Remington, fabricante del fusil utilizado en la matanza de Sandy Hook, se declara en bancarrota

 

El fabricante de los fusiles Remington se está declarando en suspensión de pagos. La conocida marca de armas con sede en Carolina del Norte se encontraba ahogada por las deudas. La caída de las ventas no hizo más que agravar su situación financiera. La empresa hace frente además a una demanda vinculada a la matanza hace cinco años en la guardería Sandy Hook, en la que fueron asesinados 20 niños y seis adultos.

 

Remington Outdoors está vendiendo la semiautomática Bushmaster AR-15. Es el mismo fusil de asalto que usó Adam Lanza el 14 de diciembre de 2012 en Newtown, Connecticut. La compañía llegó el pasado febrero a un acuerdo con los acreedores para reducir la deuda y obtener una nueva inyección de liquidez para poder reestructurarse. Pero el proceso se suspendió tras el tiroteo en el instituto de Parkland, en Florida.

 

Constituye una de las empresas más antiguas dedicadas a la venta de armas y munición en Estados Unidos, con dos siglos de historia. La declaración de bancarrota se formalizó este domingo en un tribunal de Wilmington, en Delaware. La empresa espera seguir operando, pero su control de la sociedad pasa ahora a manos de los acreedores, entre los que se encuentra la división de gestión de activos de JPMorgan Chase.

 

Aunque cuartel general está localizado en Wilmington, desde hace más de un siglo fabrica pistolas, rifles y fusiles en una fábrica que tiene en Ilion (Nueva York). El fusil tipo AR-15, que fue diseñado para operaciones militares de asalto en la guerra de Vietnam, es la misma arma de fuego que se utilizó contra civiles en un cine de Aurora (Colorado) y en San Bernardino (California).

 

La compañía fue comprada por el fondo Cerberus Capital hace 11 años. La suspensión de pagos se anuncia tras la protesta masiva en toda la nación, en la que más de un millón de persona se echó a la calle para pedir un mayor control sobre la posesión de armas. Remington fue absuelta de cualquier responsabilidad en el tiroteo de Sandy Hook. Pero los inversores tomaron distancia en muestra de repulsa.

 

Hace un mes, la cadena de artículos deportivos Dick´s Sporting reveló que prohibía la venta de fusiles semiautomáticos, en repuesta a la muerte de 17 civiles inocentes en Parkland. Ya anunció una medida similar tras la masacre en Newtown, pero aquella fue temporal. Los grandes bancos están elevando las restricciones en las compañías en las que invierten, para presionar a que acepten un mayor control.

 

Los abogados de los familiares de las víctimas de Sandy Hook no esperan que la bancarrota vaya a afectar a la batalla legal abierta. Remington no es una compañía cotizada. Pero los resultados más recientes publicados por sus rivales American Outdoor Brands, que controla Smith & Wesson, y Sturm Ruger mostraron que las ventas están cayendo desde que Donald Trump llegó a la Casa Blanca.

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