Renuncia escritora Sara Stridsberg a Academia que otorga Premio Nobel de Literatura

 

La Academia Sueca, que da anualmente el Premio Nobel de Literatura y que está sumida en un escándalo de filtraciones y supuestos abusos sexuales, informó de la renuncia de otro de sus integrantes: la escritora Sara Stridsberg.

“La Academia Sueca informa que Sara Stridsberg le comunicó el 27 de abril que quiere renunciar a sus obligaciones como miembro”, indica un escueto comunicado.

Peter Englund, otro de los integrantes que ya había renunciado antes de Stridsberg, dijo a la agencia sueca TT que entendía la decisión de la escritora, que ocupaba el asiento número 13 de la Academia.

El pasado miércoles, Carl-Henrik Heldin,  presidente de la Fundación Nobel, confirmó a la televisión pública SVT que la Academia Sueca estudiaba la posibilidad de no conceder el Nobel de Literatura este año por el escándalo de filtraciones y supuestos abusos sexuales que ha creado una crisis en la institución con la salida, a día de hoy, de seis miembros.

El escándalo se dio a la tarea de estallar en noviembre, cuando el diario Dagens Nyheter publicó la denuncia anónima de 18 mujeres por abusos y vejaciones sexuales contra el dramaturgo Jean-Claude Arnault, muy vinculado a la academia a través de su club literario y esposo de una de sus miembros, Katarina Frostenson.

La academia cortó la relación con Arnault y encargó una auditoría sobre sus relaciones con la institución, pero desacuerdos internos en las medidas a tomar provocaron renuncias, acusaciones y las salidas, entre otros, de la secretaria, Sara Danius, y Frostenson.

El informe rechazó que Arnault influyera en decisiones sobre premios y ayudas, aunque el apoyo económico recibido incumple las reglas de imparcialidad al ser su esposa copropietaria de la sociedad que controla el club; y confirmó que la confidencialidad sobre el ganador del Nobel fue violada en varias ocasiones.

Las dimisiones a la Academia Sueca son simbólicas y solo se traducen en no participar en votaciones y actividades, ya que la pertenencia a la institución es de por vida y solo se eligen nuevos miembros cuando muere alguno.

Las últimas salidas han dejado a la academia con solo 10 de 18 asientos ocupados, dos menos de los necesarios para elegir nuevos miembros y tomar decisiones, como las relativas al Nobel.

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