Cristina Cifuentes, presidenta de la región de Madrid, anunció su dimisión luego de que en las últimas semanas se haya visto envuelta por el escándalo de un máster que no pudo probar y de la acusación de que en 2011 hurtó productos en un supermercado.
En rueda de prensa, Cifuentes dio a conocer su renuncia y dijo que era meditada y que pensaba hacerla pública el día 2 de mayo, festividad de la Comunidad de Madrid, aunque la ha adelantado tras la difusión, hoy, de un video sobre el hurto en un supermercado que calificó de un “error involuntario”.
Sobre Cifuentes, además, pesa una moción de censura convocada por la oposición para relevarla del cargo, que debía tramitarse a primeros de mayo, y algunos de sus propios compañeros de partido la habían criticado por su actitud.
En una comparecencia ante la prensa en la que no aceptó preguntas, Cifuentes indicó que ha sido víctima de una campaña de “acoso y derribo”, basada en “ataques personales” que han ido más allá de la lucha política.
Desde hace un mes Cifuentes se encontraba en todos los medios después de que un diario digital publicara las irregularidades en la realización de una maestría en Derecho Público que hizo en una universidad madrileña y del que nunca se ha encontrado el trabajo final que lo justifique, aparte de que algunos documentos contaban con firmas falsificadas de profesores.
Las peticiones de cese empezaron entonces, aunque Cifuentes se mantuvo en su cargo.
Hoy reveló que pensaba dimitir el 2 de mayo, día de la región de Madrid, aunque lo ha adelantado tras la difusión en la publicación de otro diario digital de un vídeo en el que se ve a un agente de seguridad que la retiene después de ser denunciada por hurto por una empleada de un supermercado.
Cifuentes señal{o que hizo ese gesto “sin ser consciente”, que abonó lo cuarenta euros que costaban las cremas cosméticas y remembr{o que ya hace dos años se le intentó “extorsionar” con ese vídeo y lo puso en manos de la Policía.
Hoy la presidenta renunció al cargo para evitar que “la izquierda radical” gobierne en la región madrileña (6.4 millones de habitantes) y “ponga en riesgo” la gestión hecha por el PP en los tres años de legislatura.
Ello en alusión a la moción de censura que debía celebrarse antes de dos semanas y que previsiblemente hubiera acabado con su mandato, ya que los liberales de Ciudadanos – hasta ahora aliados – habían pedido su salida del cargo.