El robo de autopartes en la Ciudad de México constituye un ilícito que deja ganancias millonarias a los delincuentes. Según la Secretaría de Seguridad Pública, la ganancia mensual para quienes realizan esta práctica oscila entre los 30 mil y 50 mil pesos. Calaveras, espejos retrovisores, insignias de autos y llantas, son las piezas que más se hurtan en la capital del país.
Por desgracia, aunque es un delito que se va en aumento, apenas el 1% de los detenidos en flagrancia llegan a prisión. La razón es que una vez que regresan las piezas al dueño del vehículo, no hay delito que perseguir.
Aunado a ello, las víctimas no denuncian, a menos que el seguro se haga cargo del daño, el cual debe ser mayor a 20 mil pesos. O que se haya robado el vehículo completo, el cual sirve para desmantelar y vender por partes.
Las delegaciones con mayor incidencia son: Cuauhtémoc, Venustiano Carranza, Benito Juárez, Miguel Hidalgo, Iztapalapa y Gustavo A. Madero.
Labores de inteligencia de las autoridades capitalinas lograron ubicar a al menos cuatro familias que se dedican a dicho delito. A lo largo de 10 años, han amasado grandes fortunas que se duplican con negocios establecidos que ya son investigados.
Cada una de ellas cuenta con al menos tres deshuesados y media docena de tiendas de autopartes o dedicados a la estética automotriz. En estos sitios se pueden encontrar desde motores, transmisiones y llantas de todo tipo.
El resto de autopartes se venden en tianguis sobre ruedas de la Doctores, la Buenos Aires y en Gustavo A. Madero.
Un ciclo vicioso
Tal parece que el robo de autopartes es un delito que es difícil de erradicar; las mismas víctimas los fomentan. Y es que el mercado negro de autopartes es muy fácil de propiciar, ya que las piezas se venden a distribuidores piratas quienes pagan precios muy bajos por ellas.
Frecuentemente las mismas víctimas acuden a ellos para conseguir las piezas robadas hasta a mitad de precio; un verdadero circulo vicioso que hasta hora no se ha podido frenar.
Sanciones deben ser revisadas
José Ramón Amieva, jefe de gobierno de la Ciudad de México, reconoció que deben revisarse las sanciones contra este delito. Reiteró que como es un delito no grave, los delincuentes regresan a las calles a delinquir.
Señaló que para erradicar el delito se trabaja en la intervención y reacción oportuna para evitar el robo, además se realizan operativos.
Pese a lo anterior, es común ver en redes sociales videos que muestran el momento en que los ladrones hacen su “trabajo“.
Con información de: El Universal