“Tengo el demonio entre las piernas”, confesaba el actor italiano Rocco Siffredi en un fragmento del documental que reveló la luz y oscuridad en su vida. Como si se tratara del peso que llevó durante años, cargaba una cruz, listo para lo que sería su última escena en el porno, un mundo donde fue el rey durante décadas.
Rocco, quien el 4 de mayo cumplió 55 años, sin duda puede presumir lo que pocos en la industria de la pornografía: fue un actor vigente durante más de 30 años, protagonizó 1.800 películas y estuvo con unas 5.000 mujeres.
La relación del italiano con el sexo comenzó a muy temprana edad, según relató él mismo en el documental Rocco. Tendría unos 8 años cuando se masturbó por primera vez y fue descubierto por su madre. Sentía un fuego entre las piernas que no podía apagar: “Siempre pensaba en sexo”.
Su pulsión por el sexo y la pobreza en casa lo llevaron a tomar la decisión que cambió su vida. “Debo hacer algo para ayudar a mi madre”, pensó antes de ingresar en el mundo de la pornografía. Fue también su madre la primera en apoyarlo. “¿Te hace feliz? ¿Es lo que quieres hacer?, entonces hazlo”, le dijo.
La década de los 80 llegaba a su fin, pero para Rocco iniciaba una exitosa carrera que lo llevaría a ser conocido como el “semental italiano” o “Míster 23 centímetros”.
Alcanzar la fama, obtener dinero por acostarse con mujeres hermosas varias veces al día (confesó que tuvo de 3 a 4 coitos diarios durante 20 años), ser deseado por muchas y admirado por millones podría parecer una vida perfecta, pero detrás de esa pantalla estaba un hombre atormentado por la culpa y el deseo, un niño que todas las noches, frente a la fotografía de su fallecida madre, le pedía permiso para lo que pensaba hacer al día siguiente.
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Fuente: infobae.com