Un gran jurado de Estados Unidos dio a conoce que 300 sacerdotes de Pensilvania abusaron sexualmente de mil niños durante un período de 7 décadas.
El informe de mil 400 páginas exhibió un “encubrimiento sistemático” por parte de altos líderes de la Iglesia Católica y el Vaticano para mantener los casos en silencio.
Dirigentes de la Iglesia ignoraron a todas las víctimas en todo el estado, porque prefirieron proteger, sobre todo, a los victimarios y a sus instituciones. Sacerdotes violaron a niñas y niños pequeños y los hombres de Dios responsables de estos pequeños no sólo no hicieron nada, sino que lo encubrieron todo durante décadas”, dijo Josh Shapiro, procurador general de Pensilvania.
El patrón consistió en abuso, negación y encubrimiento.
La investigación dejo al descubierto un manual de instrucciones que debían seguir los funcionarios religiosos para ocultar la verdad. Consistía en persuadir a las víctimas para que no denunciaran. No realizaban verdaderas investigaciones, designaban a clérigos que no hicieran preguntas comprometedoras.
Es muy doloroso recordar que un sacerdote te estuvo manoseando todos los días”, señaló Shaun Dougherty, una de las víctimas.
Además, en documentos minimizaban los casos utilizando palabras como “contacto inapropiado” en lugar de “violación”. Cuando los sacerdotes eran denunciados se les transfería a distintas parroquias, incluso fuera del estado. Los funcionarios de la Iglesia que los protegieron conservaron sus cargos y obtuvieron ascensos.
¿Quién me hubiera creído? ¿Un sacerdote? ¿Que en 1948 o 47 abusaran de ti o que te hicieran eso? Jamás se había oído algo así, porque lo encubrieron”, subrayó por su parte Robert Corby, otra víctima.
“Esto no desaparece jamás, te marca por el resto de tu vida”, añadió Shaun Dougherty.
El gran jurado revisó durante 18 meses más de 500 mil archivos secretos de la diócesis y escuchó el testimonio de decenas de víctimas. El informe no ha sido presentado completo debido a que varias de las personas que se mencionan presentaron apelaciones ante la corte.
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