El fabricante surcoreano Samsung Electronics se dará a la tarea de presentar el domingo el Galaxy S9 y S9+, los dos nuevos modelos de su teléfono estrella, uno de los más vendidos del mundo.
Los nuevos modelos, que serán presentados durante el Mobile World Congress que se festeja en Barcelona (España), se dan a la tarea de suceder al Galaxy S8, uno de los éxitos de la marca.
El S9 posee el objetivo de competir con el iPhone X, de Apple, el gran rival de Samsung, que en el cuarto trimestre del 2017 le arrebató a la marca surcoreana el lugar de líder de ventas de teléfonos en el mundo, según un estudio de la consultora IDC.
Samsung Electronics -una filial de Samsung, el mayor conglomerado de Corea del Sur que representa una quinta parte del PBI del país- está intentando recuperarse del fracaso del Galaxy Note 7, lanzado en el 2016 y que tuvo que retirar de la venta por el riesgo de explosión de sus baterías.
En el 2017 Samsung tuvo también que hacer frente al escándalo de corrupción alrededor de la expresidenta surcoreana Park Geun-hye y que llevó a prisión al vicepresidente del conglomerado, Lee Jae-yong, aunque la justicia acaba de exculparle de la mayoría de cargos y ha ordenado su liberación.
Pese a estos problemas, Samsung Electronics cerró el 2017 con un beneficio récord de 42.16 billones de wones (31,800 millones de euros, US$ 39,300 millones), un 85.6% más que en el 2016.
