Apaxtla, Guerrero, constituye un municipio que vivió bajo el yugo del crimen organizado durante años y en 2016 tomó las armas para conformar su propia policía comunitaria, logrando expulsar a la Familia Michoacana. Desde entonces ha mantenido una relativa calma, que en días pasados se vio en riesgo pues comerciantes, agricultores y habitantes en general han denunciado amenazas de muerte, extorsión y secuestro por parte del Cártel Jalisco Nueva Generación. Ante esto, las autodefensas de ese municipio impusieron un Toque de queda y advirtieron que no permitirán una nueva invasión del crimen. “Colindamos con tierra caliente, con el municipio de Arcelia, ahí domina La familia michoacana y ya llegó también el Cártel Jalisco Nueva Generación, y amenazan con venir, con invadirnos a nosotros, someternos. Nosotros no estamos dispuestos y no nada más a ellos, a ningún cártel, llámese cómo se llame; Guerreros Unidos, La familia michoacana, Cártel de Jalisco… no va a llegar a nuestro pueblo, porque nuestro pueblo está blindado, todas las entradas y salidas están vigiladas y no vamos a permitir que vengan a pretender dominarnos”, señaló Heliodoro Ocampo, integrante de la policía Comunitaria Apaxtla Adrián Castrejón (CAAM).
El fin de semana pasado, alrededor de 100 integrantes de la policía CAAM iniciaron esta medida a las 11 de la noche con un patrullaje, en el que Milenio estuvo presente. En decenas de camionetas, armados con rifles, escopetas y metrallas, recorrieron la comunidad y algunos montes aledaños. Aunque el gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo, negó la imposición de un toque de queda, las autodefensas sí lo implementaron reconociendo que será una medida flexible con los locales, pues, dijeron, la amenaza está afuera de la región. “Aquí en el pueblo todos nos conocemos, todos sabemos quiénes somos. Por ejemplo, si vemos a una parejita a la hora que no debe estar, se le va a invitar a que se vayan a sus casas, va a pasar la patrulla nos va avisar que ya está el toque de queda, y si de regreso lo seguimos viendo ahí los vamos a poner a disposición de la autoridad municipal, pero se les va a dar un chance de que recapaciten que están mal”, comentó Ocampo. Detalló que no todas las multas van a ser de 500 pesos, ya que se aplicarán a criterio. “Vamos a ser mesurados, no se trata de perjudicar a nadie se trata de llegar al meollo de lo que está pasando en nuestro pueblo y ponerle remedio”. A pesar de la incomodidad de algunos pobladores, las calles se mantuvieron vacías durante la primera noche del toque de queda, que de acuerdo a los comunitarios durará 6 meses, y que también busca combatir delitos como narcomenudeo y prostitución. En Teloloapan, municipio colindante desconocen las amenazas sobre Apaxtla, pero fuertemente armados vigilan su comunidad que también ha logrado la paz por su propia mano.
“Los pueblos vecinos podemos asegurarle que está tranquilo. Como ciudadanos ya disfrutamos y vivimos una paz muy diferente a otros tiempos. Hace 5, 8 ó 10 años vivíamos con el terror con la zozobra de que un día te levantan o a ver a qué hora se llevan un hijo tuyo, a ver si te lo regresan desmembrado. A diferencia de unos años hoy vivamos tranquilos, en paz que es lo que siempre hemos buscado”, explicó a Milenio el comandante N, de autodefensas de Teloloapan, quien pidió el anonimato. Con un Rifle M1, calibre .30, al hombre, dijo que esperan pronto puedan encargarse de la seguridad las instituciones como la Guardia Nacional, deponer las armas y regresar a sus vidas a la normalidad. “Nosotros no estamos peleados con ellos o sea con la Guardia Nacional, ni con el gobierno, o sea con nadie ni con el ejército, la Marina, Policía Federal, y ahora la guardia nacional. Nosotros no estamos peleando con ellos, yo creo que su trabajo y nuestra responsabilidad es la misma: salvaguardar la integridad física de nuestros ciudadanos, y yo no veo por qué no, estaría bien que ellos se acercaran, que convivieran, platicaran con nosotros, tienen las puertas abiertas del pueblo, es su humilde casa también”, expresó.
Fuente: Milenio