Se derrumban castillos de arena del neoliberalismo

 

Mouris Salloum George*

No se seca aún la tinta de las columnas de medios impresos mexicanos, en que se reprodujeron boletines oficiales, blasonando máximos históricos en la llegada de inversión extranjera.

 

Por supuesto, esos comunicados se cuidaron de poner en negritas la gráfica correspondiente a la Inversión Extranjera Directa (IED), aunque ésta no apareciera más que en notificaciones a futuro y se fueron diluyendo al ritmo de la crisis económica recurrente.

 

¿Quién no recuerda cuando a nuestros tecnócratas neoliberales se les llenaba la boca hablando de casi 200 mil millones de dólares en capital extranjero como respuesta a la apertura que auspició la contrarreforma energética del peñismo?

 

Lo cierto es que las inversiones foráneas en bienes de producción fueron siempre modestas al lado de aquella que entró el mercado especulativo, en cuyo primer escaparate han aparecido invariablemente papeles de deuda pública,emitidos a granel por las autoridades hacendarias.

 

Los capitales golondrinos agitan hoy sus alas rumbo a mejores nichos. Sólo en marzo pasado, han sido retirados del mercado bursátil mexicano 166 mil millones de pesos, siguiendo una tendencia marcada desde 2019.

 

Para algunos explicadores de ese fenómeno, resulta más fácil cargarle el muerto al Covid-19, procurando hacer abstracción del demoledor impacto descargado en todas las economías por la pugna por el mercado petrolero y sus ganancias; un conflicto que se presenta un día sí, y otro también, en un giro circular que nunca acaba de cerrarse.

 

Desde esa perspectiva, los reportes de las agencias financieras multinacionales reportan que, en el periodo de la actual crisis, de los países emergentes se han fugado más de 95 mil millones de dólares.

 

El efecto físico del bumerán está golpeando a la metrópoli del neoliberalismo: Los reportes de los departamentos de Trabajo, Comercio y del Tesoro indican que en el interior del imperio ya se ha perdido en el periodo datado 22 millones de plazas laborales. Son interminables las filas de los que acuden a solicitar seguros de desempleo. Para este efecto, ya se están cerrando las ventanillas.

 

Por lo que indican los diagnósticos, apenas se está viendo la punta del iceberg. Proponga usted que es llegada la hora que se convoque a construir un Nuevo Orden Económico Mundial y le darán pamba: Estás como operado del cerebro. Qué le vamos a hacer: Así están las cosas. Y no hay otro menú.

*Director General del Club de Periodistas de México, A.C.

Noticias relacionadas