Este domingo, tres personas condenadas a cadena perpetua por un triple asesinato ocurrido en 2008, se fugaron de una cárcel de máxima seguridad de Buenos Aires, lo cual provocó el cese de la cúpula del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB).
De acuerdo con fuentes policiacas, los hermanos Cristian y Martín Lanatta, así como Víctor Schillaci, escaparon de madrugada tras someter y maniatar a dos guardias encargados de su custodia en el penal de General Alvear, situado a unos 220 kilómetros al suroeste de la capital argentina.
Los reos se apoderaron del automóvil de un agente del SPB, con el que recorrieron 200 metros hasta el último puesto de seguridad; también sometieron al guardia que estaba de servicio, lo amordazaron y llevaron con ellos hasta el barrio más cercano, donde cambiaron de vehículo.
El Ministerio de Seguridad Bonaerense, detalló en un comunicado que, debido a la fuga, María Eugenia Vidal, gobernadora de Buenos Aires, cesó a toda la cúpula del SPB y al jefe de la Unidad Penal de General Alvear; además de que abrió un sumario interno e interpuso una denuncia judicial.
De acuerdo con la justicia argentina, los hermanos Lanatta y Schialli asesinaron a los empresarios Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina, bajo las órdenes de Ibar Esteban Pérez Corradi, quien se dedicaba a tráficar efedrina hacia México y tenía vínculos con el Cártel de Sinaloa.
Cabe destacar que, en declaraciones a medios argentinos, Martín Lanatta denunció que el empresario argentino-mexicano, Carlos Ahumada Kurtz tenía vínculos con el negocio de la efedrina.
Por otra parte, el gobierno ofreció una recompensa de dos millones de pesos (aproximadamente 140 mil dólares) y puso en marcha operativos especiales en las fronteras para recapturar a los asesinos buscados por la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) y la Agencia Federal de Investigaciones.
