SEDESOL ENCUBRE FRAUDE CON CRUZADA NACIONAL CONTRA EL HAMBRE: ASF

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La Auditoría Superior de la Federación (ASF) determinó que mediante cinco convenios firmados en 2013 con las Universidades Autónomas del Estado de México y de Morelos, la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), dirigida por Rosario Robles Berlanga, encubrió un fraude en el marco de la Cruzada Nacional contra el Hambre (CNcH), misma que costó al erario cerca de 845 millones de pesos.

La auditoría 13-0-20100-12-0269 reveló que, a través de esquemas de subcontrataciones en forma de pirámide invertida, las universidades pagaron cantidades millonarias por proyectos mal realizados o no efectuados, recursos que terminaron en cuentas bancarias de una empresa ajena a los contratos, lo cual fue posible gracias al pago por adelantado de la Sedesol y por la “falta de control, supervisión y seguimiento en la ejecución de las acciones convenidas” de la dependencia.

El 15 de abril de 2013, la Sedesol suscribió un anexo técnico con la UAEM por 159 millones 850 mil pesos, con el objetivo de “sensibilizar” a 500 mil madres en la alimentación sana, realizar un evento ferial para “construir alianzas entre las organizaciones de la sociedad civil y los diferentes niveles de gobierno” y “promover a la CNcH”.

La dependencia federal prácticamente firmó un cheque en blanco a la UAEM, ya que “no se establecieron las condiciones, términos y especificaciones” en el convenio y a su vez, la institución académica pagó a cuatro proveedores para que efectuaran los servicios, “sin firmar contrato” ni contar con un estudio de mercado.

A fin de “integrar” a 500 mil madres de 11 distintos estados a la Cruzada, la UAEM planeaba entregar despensas, 14 mil 500 playeras con el logotipo de la CNcH, y más de 10 mil gorras en eventos para los que se preveía la compra de 250 mil globos o 450 reproductores de DVD, entre otros.

La adjudicación de 18 millones de pesos recayó en una empresa que, a su vez, subcontrató a la firma Dumago Systems para entregar los “kits” a los coordinadores del programa de red nutricional. Sin embargo, según la auditoría, dichas oficinas recibieron 40 mil de las 500 mil despensas previstas en el programa.

Asimismo, la UAEM contrató a tres empresas para “diseñar e implementar redes nutricionales y evento ferial”. Dos de estas empresas –en las cuales nuevamente figura Dumago Systems– tenían el mismo domicilio fiscal y sus representantes legales eran hermanos.

Por su parte, la empresa Advanced Computer Knowledge envió 14 millones de pesos en tres pagos diferidos a Esger, Servicios y Construcciones S.A.

Para “promover la Cruzada” y “concienciar a los jóvenes respecto del problema del hambre”, la UAEM pagó 75 millones de pesos a una empresa, sin contrato, misma que el 30 de abril de 2013, organizó un concierto de rock en el Auditorio Nacional, lo que implicó un sobrepago de 29 millones respecto del convenio firmado con la Sedesol. A su vez, el 8 de julio de 2013, esta compañía entregó nueve millones de pesos a Esger, Servicios y Construcciones S.A.

La ASF presumió entonces un daño al erario por 147 millones 715 mil pesos, y recalcó que la Sedesol “omitió supervisar, dar seguimiento y vigilar la prestación de los servicios convenidos”.

El 2 de enero de 2013, la Sedesol encargó a la UAEM operar el Proyecto de Acompañamiento de la Población de Jornaleros Agrícolas, que consistía en instalar 838 ventanillas y asistir a los trabajadores, razón por la que entregó 60 millones de pesos por adelantado.

La UAEM, a su vez, contrató a una empresa para llevar a cabo la instalación, pero de las 838 ventanillas previstas, la firma sólo instaló 590, y además, la universidad no utilizó la totalidad de estas ventanillas, lo que generó “pagos por servicios no utilizados y subutilizados” por 13 millones de pesos.

La empresa consentida

El 6 de mayo de 2013, la Sedesol firmó un convenio con la Universidad de Morelos por 697 millones de pesos, el cual consistió en abastecer de equipo a los promotores al interior de la ruta “Sin hambre”, una red de servicios de asesoría y desarrollo de un sistema de administración y seguimiento de los programas sociales.

La UAEM subcontrató a su vez a cinco empresas, una de las cuales resultó ser otra vez Dumago Systems, y posteriormente, presentó las facturas a la Sedesol por un servicio que nunca se realizó.

Entre los 396 millones de pesos que costó el abastecimiento de los promotores de la Cruzada, destacan las compras por 57 millones de pesos de “vasos de plástico duro color”, 10 millones en “gorras brigadistas”, 13 millones en “porta-credenciales”, 96 millones de “tornilleros / de color impreso” y 79 millones “en paliacates”.

La ASF, indicó que estos artículos “no corresponden con los objetivos que establece el decreto del Sistema Nacional para la Cruzada contra el Hambre, que son: cero hambre a partir de una alimentación y nutrición adecuadas de las personas en pobreza multidimensional”.

Por su parte, la Sedesol “no localizó el expediente” y el director del almacén general afirmó que “desconoce quién y cómo se realizó la entrega de los 31 millones de bienes”, mientras que las delegaciones de la dependencia federal en el Estado de México, Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Veracruz, Distrito Federal, Hidalgo o Puebla, entre otras, encontraron diversos pretextos para justificar la ausencia de documentación que comprobara la recepción de los artículos.

De las cuatro empresas que “ganaron” las licitaciones -sin contrato-, una no declaró sus ganancias en el Impuesto sobre la Renta (ISR) y mintió sobre sus domicilios, mientras que su representante legal era el hermano del representante de otra empresa ganadora, la cual tampoco declaró el monto del contrato en su ISR.

Incluso, ambas empresas, con vínculo familiar, transfirieron un total de 194 millones de pesos a Esger, Servicios y Construcciones S.A.; los demás anexos del contrato involucraron 33 millones de pesos a Dumago Systems por asesorías “que no correspondían con los objetivos del Sistema Nacional para la Cruzada contra el Hambre”; el pago de 239 millones a una empresa con un domicilio falso, la cual transfirió a su vez 160 millones a Esger Servicios y Construcciones; así como un contrato por 29 millones a una tercera empresa, que terminó entregando 26 millones, en siete pagos, a Esger.

De los cinco proveedores contratados por la UAEM, la misteriosa empresa recibió 416 millones de pesos, casi 60% del monto total de los convenios que firmó la Sedesol con las universidades en el marco de la Cruzada contra el Hambre; y de los 993 millones de pesos auditados por la ASF en dichos convenios, cerca de 845 millones resultaron en un “probable daño o perjuicio o ambos a la hacienda pública”.

(Fuente: Proceso)

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