Ivette Sosa
Llega a la Redacción de diarionoticiasweb.com, la solicitud de nuestro amigo lector Roberto Dávila Hernández, quien durante muchos años fungió como policía de la PBI y que ahora, tras perder parte de su pierna, requiere del apoyo de una “pequeña silla de ruedas eléctrica”, para poder trasladarse dentro y fuera de casa.
“Solicito me regalen o donen una silla de ruedas eléctrica porque yo tengo una silla de ruedas estándar, pero como no tengo movilidad de mi lado izquierdo, no puedo trasladarme con ella, salvo que algún miembro de mi familia me empuje”.
“No tengo dinero para comprarla; lo poco que percibo con mi humilde pensión se me fue en adquirir medicina que en el ISSSTE de Tultitlan, en el Estado de México, no tuvieron”.
“Por ejemplo, un gel que necesitaba me costó casi cinco mil pesos y unos parches, para evitar dolores, cuatro mil 500 pesos. Ello era imprescindible que adquiriera, a fin de evitar infecciones”.
“En caso de que la gente no me la pueda donar, yo pudiera irla pagando, poco a poco mensualmente, del dinero que me llega de mi pensión”.
EL RETO
“Luego de contar con esta silla de ruedas, mi reto será ahorrar para comprar una prótesis, ya qué la doctora que me atiende me dijo que tengo que iniciar una terapia”.
“Su servidor, Roberto Dávila Hernández, espera de todo corazón haya un alma caritativa que pueda auxiliarme en estos momentos. Estoy a sus órdenes en el 55 76 58 41 85. ¡Muchas gracias!”.
Si usted puede ayudar a don Roberto, lo agradeceremos infinitamente. No olvide que resulta una gran lección ver a un hombre luchando contra la adversidad; pero hay otra fábula aún más grande: ver a otro hombre lanzarse en su ayuda.
