Un caso inaudito se dio en Japón cuando una mujer de la tercera edad fue al ginecólogo por una molestia vaginal y pudo descubrir que los labios inferiores de su vagina se encontraban “sellados”.
La señora no tenía problemas para orinar pero reportó que tardaba mucho en hacer del baño y tras una revisión se descartó alguna enfermedad o daños por su último parto. De hecho, los doctores precisaron que la causa era una larga ausencia de vida sexual, según da a conocer Soy Carmín.
Se trata, por supuesto, de una experiencia bastante extraña, pues de acuerdo con el ginecólogo Élvio Floresti, con los años las paredes vaginales tienden a debilitarse pero no a cerrarse por completo. Ello, debido a la falta de estrógeno en el cuerpo, la hormona con fines de reproducción.