Los empleados a las órdenes de dirigentes más inteligentes emocionalmente son más efectivos y gozan de mejor salud que los que tienen jefes “mediocres” que, además de estrés laboral, pueden incrementar el riesgo de que sus empleados padezcan hipertensión o un ataque al corazón. El buen líder no debe perder contacto con las corrientes emocionales que mueven a los equipos, así sabrá…
Leer más