A muchas las abordaba con la misma frase: “Yo soy un niño por dentro. Entonces, tenemos la misma edad”. La relación de las alumnas, de 16 a 18 años de edad, con su profesor de Literatura surgía en las aulas, en su Taller de Escritura Creativa, y de ahí poco a poco tendía a pasar a un acercamiento más personal…
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