No es que el mexicano, peruano, brasileño o latinoamericano en general sea más corrupto “culturalmente”. Es que los sistemas para combatir la corrupción no son eficientes y la sociedad se siente impotente o se ha acostumbrado a los robos por parte de sus autoridades. En cualquier parte del mundo siempre van a existir gobernantes que serán corruptos cuando los beneficios de sus actos sean mayores a sus costos.
La idea entonces es aumentar mucho esos costos para que la vida del corrupto sea indeseable. ¿Cómo se logra? Paso a listar los sospechosos comunes. Un marco legal con altas penas civiles y penales para los actos de corrupción, y con tipificación clara de los delitos. Obviamente, un poder judicial independiente y eficiente que evite la impunidad. Instituciones que garanticen la transparencia y el acceso a la información, así como la rendición de cuentas y auditoría. Regulaciones sencillas, bien diseñadas y transparentes para la interacción entre el Estado y el ciudadano, en contratos, licencias, autorizaciones y permisos.
También, una prensa independiente del poder, para lo cual es necesario regular y transparentar la relación entre ambos, principalmente a través de la publicidad oficial. Prensa con recursos humanos, habilidades y financiamiento para hacer periodismo de investigación, profundo y serio, para fiscalizar las acciones del gobierno, tanto a nivel central, como local. Además, una sociedad civil organizada y con capacidad para vigilar y movilizar, y para exigir mejoras en el sistema y seguimiento de denuncias.
Inclusive con toda esta institucionalidad pública y de la sociedad civil, se requiere voluntad política y condena social. Es difícil exigir honestidad a la sociedad cuando sus gobernantes de más alto nivel quedan impunes frente a actos evidentes de corrupción, y cuando se piensa que la vía más rápida para ser millonario es trabajar en política y en el gobierno. Es aún más complicado en sociedades sin condena social a la corrupción, en las que priman las normas de verticalidad, jerarquía, y respeto a gobernantes poderosos e intocables; y peor cuando en las élites a veces los corruptos son admirados y no repudiados.
Artículo completo en : http://ciudadanosenred.com.mx/tecnologias-combatir-corrupcion/?utm_campaign=envios&utm_medium=email&utm_source=2017_InfoPractica_568