Sacando provecho del congestionamiento vehicular de la zona, algunos capitalinos han usado su creatividad para vender y obtener ingresos en el tránsito en CDMX
Además de causar graves daños ambientales, el tránsito en la Ciudad de México también es el causante de una gran pérdida de tiempo y productividad entre los capitalinos. Sin embargo, el tránsito también se ha vuelto una fuente de ingresos para cientos de personas.
En el tránsito en la capital de la nación podrás encontrarte cosas que en otras partes del mundo difícilmente verás, como: un hombre que regula el tráfico sin ser policía vial; otro que ofrece nariz y cuernos de reno; otro que vende gorros de Navidad; uno que vende papalotes en forma de águila y una mujer que comercia chocolates, paletas y refrescos hasta tu automóvil. Todo esto aprovechando el congestionamiento vehicular de la zona.
“Esto es un apoyo a mi economía y casi todos me agradecen porque les ayudo a llegar más rápido a sus trabajos. La gente en las mañanas va muy estresada y por eso muchas veces me avientan el coche, tiene prisa y necesita avanzar”, relató al periódico El País Jorge Sorcia Pérez, de 38 años de edad, quien desde hace 12 años regula el tránsito en diversos puntos de la CDMX.
El fuerte congestionamiento en avenidas como Paseo de la Reforma, Calzada de Guadalupe, Eje Central o Calzada Ignacio Zaragoza ha abierto un espacio al ambulantaje, pues ahí se ofrecen desde bebidas energizantes hasta juguetes navideños o de temporada.
Hoy los automovilistas en la Ciudad de México gastan una hora más de tiempo en sus traslados diarios, que se traduce en 227 horas o nueve días al año perdidos por el tráfico
vehicular.
De acuerdo con el monitoreo internacional de la empresa TomTom Traffic, la CDMX es la ciudad con más tráfico dentro de un análisis de 390 urbes de 48 países.
Incluso, Eugenio Riveroll, director general de SinTráfico, señaló que el tráfico de la Ciudad de México representa un coste anual de 35 mil millones de pesos por la productividad pérdida y de los gastos ambientales por la congestión vial.
Según el periódico El País, se calcula que cada año se suman hasta 250 mil unidades nuevas al tránsito capitalino, según cifras oficiales.
