Tres muertos, entre ellos el atacante, en una balacera durante un torneo de videojuegos en EU

 

En un torneo de Madden (el videojuego de futbol americano) en Jacksonville, Florida, ayer una persona disparó contra varios de los presentes y mató a dos personas, dejando a otras once heridas. «Es un tiroteo masivo», alertó la oficina del sheriff de la localidad y avisó a los vecinos de que se alejaran de la zona. Según un portavoz de la Policía, el autor de los asesinatos se suicidó antes de que llegaran los agentes.

Las autoridades han informado de que uno de los cadáveres es del sospechoso, un joven de 24 años de Baltimore identificado como David Katz. Steven ‘Steveyj’ Javaruski, uno de los competidores, dijo al diario Los Angeles Times que el atacante era un hombre que había jugado y perdido en el torneo. «El tirador perdió la partida, empezó a gritar, cogió su arma y comenzó a disparar», informa FOX News. Según el sheriff Mike Williams, el asesino empleó al menos una pistola en su ataque.

Los heridos, nueve de ellos de bala, fueron trasladados al Memorial Hospital -donde tres de ellos se encuentran estables- y al UF Health Hospital -donde una persona presenta heridas de gravedad y otras cinco están fuera de peligro-. Otras dos personas han resultado heridas tratando de escapar de la zona, según varios medios locales.

El torneo era retransmitido en vivo en la cuenta de Twitch -una plataforma para transmitir videojuegos- del restaurante cuando comenzó el tiroteo. Se escuchan algunos disparos en el fondo e inmediatamente se corta la transmisión. Twitch eliminó el video pero éste aún permanece en las redes sociales.

Este es el último de los numerosos episodios de violencia armada que tienen lugar en Estados Unidos, donde la tenencia de armas se debate constantemente entre quienes piden un mayor control de su venta y quienes defienden su derecho constitucional a portar armas.

El 14 de febrero de este año, 17 murieron  y otras 17 resultaron heridas en un tiroteo en una escuela secundaria en Parkland, al norte de Miami. La masacre, una de las peores de la historia moderna estadounidense, atizó la discusión con una renovada energía.

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