El presidente Donald Trump, firmó este miércoles un acuerdo comercial preliminar con China, pero el documento aún no se conoce.
La ausencia pública del texto, que se estima en más de 80 páginas, es otro ejemplo del enfoque poco convencional que el inquilino de la Casa Blanca ha adoptado en la negociación de acuerdos comerciales.
Los presidentes generalmente no firman tales acuerdos bilaterales, y sin embargo, Trump lo ha convertido en una práctica habitual rubricando, incluso, miniacuerdos con Japón y Corea del Sur durante su presidencia en la Casa Blanca.
Los acuerdos comerciales generalmente son revisados por el Congreso, dando tiempo a los legisladores para que examinen sus términos.
SECRETOS
En cambio, la administración Trump, y los líderes chinos, han mantenido secretos los detalles sobre el tan esperado acuerdo.
Citando las promesas de Beijing de ir más allá de los compromisos previos hechos sobre el robo de propiedad intelectual y que no obligará a las firmas de EU a entregar su tecnología, así como un compromiso de Pekín de comprar 200.000 mdd en productos agrícolas y otros productos fabricados por la Unión Americana durante un período de dos años.
Trump dijo que visitaría China en un “futuro no muy lejano” para corresponder una visita a Washington del principal negociador comercial de China.
