El pasado 13 de diciembre, la compañía Uber efectuó una actualización legal en su aplicación, en la que se deslinda de la seguridad de sus usuarios, así como de la calidad de sus servicios.
En el apartado de términos y condiciones, indica que Uber no hace declaración ni presta garantía alguna referente a la fiabilidad, puntualidad, calidad, idoneidad, seguridad o habilidad de los terceros proveedores.
“Usted acuerda que todo riesgo derivado de su uso de los servicios o cualquier servicio o bien solicitado en relación con aquéllos será únicamente suyo, en la máxima medida permitida por la ley aplicable”, se resalta.
En otro párrafo, la compañía reitera que no se hará responsable de daños indirectos, incidentes, especiales, ejemplares, punitivos o emergentes, incluido el lucro cesante, la pérdida de datos, la lesión personal o el daño a la propiedad.
“Uber no será responsable de cualquier daño, responsabilidad o pérdida que derive de su uso o dependencia de los servicios o en su incapacidad para acceder o utilizar los servicios”.
La empresa dejó claro que no se hará responsable de las acciones de sus socios, aunque sí colaborará con las autoridades pertinentes en caso de ser necesario.
“Uber podrá facilitar a un procesador de reclamaciones o a una aseguradora cualquier información necesaria (incluida su información de contacto) si hubiera quejas, disputas o conflictos, que pudieran incluir un accidente, implicándole a usted y a un tercero (incluido el prestador particular de servicios de transporte privado)”. Foto: Archivo