Pese al avance de los últimos años, cerca de 264 millones de niños en el mundo siguen sin tener acceso a servicios educativos. El Secretario General se reunió con el enviado especial de la ONU para educación y un grupo de activistas jóvenes que solicitan una mayor y mejor financiación de la enseñanza.
El acceso a la educación es un derecho humano reconocido por la Carta de las Naciones Unidas. El Objetivo de Desarrollo Sostenible número 4 busca convertirlo en un servicio igualitario, equitativo y de calidad para todos.
António Guterres, que recibió a los embajadores de la juventud de la organización TheirWorld, acompañados por enviado especial de las Naciones Unidas para la Educación Mundial, Gordon Brown, ha declarado que “actualmente, no se pone suficiente énfasis en la educación universal ni en la financiación para educadores, servicios ni para el futuro de los niños”.
Hacer posible lo imposible.
Los jóvenes han actuado como portavoces de 1,5 millones de adolescentes y niños de Pakistán y Bangladesh que han firmado una solicitud para incrementar y mejorar la financiación en enseñanza. Estas se unen a los más de 10 millones de peticiones que ya existían.
El titular expresó el apoyo de la Organización a la propuesta de creación de un Servicio Financiero Internacional para la Educación, un mecanismo de inversión para cumplir con estos objetivos, que ha sido respaldada por el Banco Mundial y los bancos de desarrollo regional.
Es el momento de “hacer posible lo imposible”, ha indicado Gordon Brown.
Educación, ¿sueño o realidad?
Millones de jóvenes en el mundo no conciben la educación como un derecho, sino como un privilegio: 61 millones de niños no tienen acceso a educación primaria, 60 millones a los primeros cursos de secundaria y 142 millones a los últimos de este ciclo.
“Las caras humanas detrás de las estadísticas son descorazonadoras. En lugar de estar en la escuela, los niños y niñas están atrapados como obreros, esposas, soldados o víctimas de trata”, indica Gordon Brown.
La ausencia de educación refleja una promesa incumplida.
Desde 2002, el porcentaje en educación de la Ayuda oficial al desarrollo ha disminuido de un 13 a un 10 %, mientras que el porcentaje en infraestructura de un 24 a un 31 %.
Además, esta ayuda para educación no se ha destinado debidamente a los países que más lo necesitaban. De hecho, en el año 2014, solo el 24 % de toda esta ayuda fue otorgada a los países de con bajos ingresos y, de estos recursos, más del 30 % se dedicó finalmente a becas en los países contribuyentes.
“La mayor división que existe hoy en el mundo es entre la mitad de nuestro futuro, que estará bien educada, y la otra mitad, que se quedará atrás. Y los que se han quedado atrás incluyen a 75 millones de niños y 10 millones de refugiados, en zonas de conflicto u otras emergencias, cuya educación se ha visto interrumpida y para los que la ausencia de educación refleja una promesa incumplida”.
Servicio Financiero Internacional para la Educación
La Comisión Internacional para el Financiamiento de Oportunidades Educativas Globales propuso crear un Servicio Financiero Internacional para, por una parte, movilizar más dinero para educación y, por otra, garantizar que todo el dinero sea utilizado de la mejor manera.
Los objetivos del proyecto son:
Aumentar en 10.000 millones de dólares la financiación para alcanzar el Objetivo 4 de Desarrollo Sostenible, garantizando de cara a 2030 que todos los niños tengan acceso a un educación primaria y secundaria de calidad.
Trabajar con los países comprometidos con la mejora de su educación y, juntos, con las primeras distribuciones, fundar 200 millones de centros de enseñanza para jóvenes y niños.
Ayudar a terminar con el matrimonio y el trabajo infantiles, la trata de niños y la discriminación contra las niñas en las escuelas.
Contribuir para erradicar el analfabetismo, que actualmente afecta a cerca de 750 millones de adultos, dos tercios de los cuales son mujeres.
Facilitar la consecución de otros Objetivos, como los respectivos a la salud, el hambre, el género, la igualdad, el empleo y la calidad de vida.
El Servicio pretende maximizar el impacto de los recursos con la ayuda de los Estados, a quienes se solicita que avalen la iniciativa proporcionando apoyo financiero para que funcione.
Los jóvenes de hoy serán los líderes del mañana, por lo que “nuestro sueño de alcanzar un futuro sostenible depende de que apoyemos el derecho de todos los niños a la educación”, ha declarado el Secretario General.