En Italia, una mujer fue mordida por su propio gato, que murió poco después en la ciudad de Arezzo. En un principio los médicos creyeron que podría tratarse de rabia, pero después confirmaron que la mascota estaba infectada con otro virus.
La mascota en realidad tenía lyssavirus, un género de virus que había sido hallado por única vez en un murciélago de la región del Cáucaso en 2002.
Empero, hasta el momento, no se había comprobado su transmisión a mascotas o a humanos.
Un comité técnico científico analizar la situación; en tanto, todas las personas que estuvieron en contacto con el minino (los tres miembros de la familia y un veterinario), también fueron sometidas a un tratamiento.
Un virus mortal
El lyssavirus puede causar una enfermedad neurológica, tal como ocurre con la rabia, que puede provocar el deceso del animal.
Antes de morir, el minino se había vuelto agresivo de manera “repentina y marcada” y había mostrado “señales neurológicas”, indicó el veterinario Giorgio Briganti.