Pudo tocar la sonda japonesa Hayabusa2 la superficie de un meteoro localizado a 340 millones de kilómetros de la Tierra para obtener muestras, lo que significa un paso clave en su compleja misión destinada a indagar los orígenes de la vida.
Se dio el breve aterrizaje de la nave espacial a las 7.49 hora de Japón (22.49 GMT del jueves), según dio a conocer la Agencia de Exploración Espacial de Japón (JAXA), cuyos científicos estuvieron siguiendo con gran expectación las evoluciones del Hayabusa2 desde su centro de control en Kanagawa (sudoeste de Tokio).
La sonda pudo superar así una nueva y delicada etapa en un viaje que se prolonga durante más de cuatro años, y que, de completarse con éxito, terminará a finales de 2020 con el regreso a la Tierra del Hayabusa2 portando muestras del remoto cuerpo celeste.
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— HAYABUSA2@JAXA (@haya2e_jaxa) 21 de febrero de 2019
