UNAM, ¿acechada por mercenarios?

 

Víctor Manuel Rojano 

Los porros son Mercenarios y forman parte de un movimiento de desequilibrio hacia nuestra Máxima Casa de Estudios. No es un episodio nuevo.

 

Es un hecho que al capitalismo salvaje no le conviene que una escuela pública como la Universidad Nacional sea de excelencia académica, pues está probado que gran porcentaje de nuestros mejores médicos, ingenieros, juristas, arquitectos, matemáticos y un largo etcétera de profesionales, provienen de la UNAM. Los mismos que fueron relegados, cuando al Poder en México llegó la camada de Yuppie y neoliberales. 

 

Está claro que en la UNAM no sólo se respeta la libertad de ideas y de credo, también se realiza investigación permanente, en gran parte de las ramas del saber. No en balde es considerada una de las mejores Universidades del Mundo, no sólo de América Latina. Ello, a pesar de contar con un magro presupuesto, el cual se va en en un gran porcentaje en docencia.

 

EN DICIEMBRE DE 2017

El Consejo Universitario aprobó el presupuesto de la UNAM para 2018, que fue de 43 mil 196 millones de pesos, que en términos reales representó 0.7 por ciento más con respecto a lo ejercido el año pasado.

En la exposición de motivos se detalló que 38 mil 300 millones 444 mil 55 pesos eran aportaciones federales y cuatro mil 895 millones 305 mil 400 pesos correspondieron a ingresos propios.

 

“En el Presupuesto de Egresos de la Federación se autorizaron recursos para emprender la creación de dos nuevas escuelas nacionales de Estudios Superiores: Juriquilla y Mérida, y una unidad académica en Oaxaca. Asimismo, en respuesta a los sismos de septiembre de 2017 se reforzará el monitoreo del Servicio Sismológico Nacional con la construcción de un centro alterno, espejo sismológico, en Pachuca, Hidalgo”, indicaba el documento.

 

Para 2018 se destinaron 26 mil 342 millones de pesos a la docencia, que correspondió a 61 por ciento del presupuesto total. De ellos, 77.9 por ciento se asignó a licenciatura y posgrado, y 22.1 por ciento al bachillerato.

 

A la investigación se canalizaron 11 mil 364 millones, es decir, 26.3 por ciento de los recursos totales, mientras que para la extensión universitaria se consideraron tres mil 505 millones de pesos, equivalentes a 8.1 por ciento del presupuesto.

 

Para gestión institucional fueron mil 982 millones de pesos, 4.6 por ciento de los recursos totales.

 

REPUDIO A ACTOS VANDÁLICOS

Como ciudadano de a pie y como universitario lamento y repudio todo acto vandálico que suceda en nuestro país, más en el campus universitario, un territorio que debiera estar ajeno a perversos intereses políticos.

 

No obstante, la historia nos indica que la UNAM ha sido y es, jugoso botín político y de facciones. El problema ahora es que también se ha convertido en pingüe botín del crimen organizado, y hasta que hubo balaceras, heridos y feminicidio, fue que las autoridades de la Máxima Casa de Estudios, así como las autoridades de Seguridad Pública -locales y federales-prendieron los focos rojos.

 

La pregunta es, ¿ha sido desdén u omisión de todas las partes? Es obligación del rector Enrique Graue dar la cara, ahora, y no muchas horas después como lo hizo tras los lamentables hechos de la tarde del lunes pasado frente a Rectoría, a través de un boletín.

 

Es obligación del doctor Graue poner los acentos sobre las íes y señalar quién es la mano que mueve la cuna en la Universidad Nacional. ¿Quién está detrás del porrismo?, que hasta uniformó a los agresores con jersey, los trasladó desde el Toreo hasta Ciudad Universitaria y puso en sus manos bombas molotov.

 

En juego no deben estar sus pretensiones de buscar la reelección en 2019, sino la salud moral y excelencia de la UNAM, de nuestra Máxima Casa de Estudios, donde Por Nuestra Raza, hablará el Espíritu, pese a este tipo de turbulencias y pese a los mercenarios que la quieren afectar. 

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