Las universidades enfrentan un cambio de paradigma que obliga a su urgente transformación. Las nuevas tendencias tecnológicas y sociales, reconocen más de 600 rectores de 26 países asistentes al IV Encuentro de Rectores Universia 2018, tienen el potencial de transformar el modelo educativo y operativo
de las instituciones de educación superior en Iberoamérica.
La llamada Declaración de Salamanca, que reúne las principales conclusiones del encuentro que se realizó el 21 y 22 de mayo en Salamanca, España, Patrimonio de la Humanidad, enfatiza que el efecto de la revolución tecnológica ha llegado a las aulas universitarias. Por ello, admitieron que la incertidumbre es uno de los nuevos escenarios donde se desarrollará la universidad y la educación del siglo XXI.
Sin embargo, concluyeron que el desarrollo de una ciudadanía crítica, ética y capaz; la creación y transmisión del conocimiento, y la defensa de la educación como herramienta que permita transformar la sociedad, continuarán siendo tareas insustituibles de la universidad
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APLICAR MÉTODOS EDUCATIVOS INNOVADORES
Aún no sabemos qué tipos de empleos tendremos en una o dos décadas, pero lo que sí sabemos es que debemos formar a los jóvenes para afrontar un mundo cambiante que demandará cada vez más nuevas habilidades y competencias, coincidieron en señalar rectores y funcionarios universitarios de España, Portugal y América Latina.
Quizá por ello, determinaron incluir como parte de las acciones que deberán afrontar en los próximos años, la necesidad de flexibilizar y aplicar métodos educativos innovadores y repensar los procesos organizativos, administrativos y de sostenibilidad
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También consideraron que se deben impulsar plataformas formativas híbridas y programas de capacitación y formación en el trabajo
, pues uno de los objetivos centrales es remarcar la necesidad de formar a lo largo de la vida, y no sólo para la obtención de un grado universitario.
Ante un escenario con múltiples desafíos, los rectores de Iberoamérica se comprometieron a impulsar nuevas titulaciones, principalmente en los campos de las ciencias de la computación, la inteligencia artificial, la ciencia de datos y la tecnología, que permitan afrontar el llamado posempleo.
