Un vagabundo declarado culpable de atacar a dos niños en un mortal atentado en un complejo de viviendas se durmió mientras era sentenciado, informa el Daily News.
Después se lanzó contra el juez, sin embargo, éste no cambió la sentencia.
La pena dictada no fue suficiente para la familia del niño asesinado de 6 años, todavía afligidos por el ataque de 2014. “Quiero matarlo, maldito bastardo”, dijo un pariente al convicto Daniel St. Hubert antes de quedarse dormido. “Espero que te pudras en el infierno”, añadió.
PROTESTA POR SU INOCENCIA
St. Hubert, de 31 años, protestó por su inocencia a pesar de la fuerte evidencia de ADN que convenció al jurado de que estaba detrás del ataque cometido en un ascensor de viviendas en East New York que acabó con la vida del joven PJ Avitto y dejó a su compañero de juegos de 6 años Mikayla Capers, muy grave.
“He estado diciendo desde el principio que soy inocente”, le dijo St. Hubert al juez Vincent Del Giudice. “¿Puedes mirarme a la cara y ver que soy un buen tipo?”
Pero Del Giudice no se conmovió y sentenció a St. Hubert a 50 años de cárcel tras la condena del mes pasado por asesinato en segundo grado y cargos de intento de homicidio en segundo grado.
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