Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en abril se vendieron en México 34,903 automóviles nuevos, es decir, 64.5% menos a lo registrado en el mismo periodo del año pasado. En abril de 2019 se comercializaron 98,346 vehículos.
Esta caída representa la mayor para el mes de abril desde 1995. Además, es el volumen de venta más bajo que se registra para un cuarto mes del año desde 1997.
La disminución se debió principalmente a la suspensión de actividades no esenciales para evitar la propagación de COVID-19, ya que según lo decretado por la Secretaría de Salud, las agencias automotrices no son consideradas como “esenciales” para el país.
En tanto, de acuerdo con cifras de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), tan sólo de marzo a abril las ventas cayeron 60.1%,
“A partir del 16 de marzo se desplomó casi 85% la visita a los pisos de venta y 60% a los talleres de mantenimiento automotriz”, comentó Guillermo Rosales, director general adjunto de la Asociación Mexicana de Distribuidores Automotores (AMDA) para El Financiero.
En ese mes, las ventas de autos tuvieron una caída de 25.5%, al comercializar 85,517 unidades, con lo que marcó el mayor descenso en ventas para un marzo en 25 años, según información del Inegi.
Estas contracciones dentro de la industria automotriz en México agudizaron la tendencia negativa que ya se presentaba previa a la llegada del COVID-19 a México. Desde el 2017 las ventas de autos nuevos seguían una tendencia de desaceleración. En ese año la comercialización de vehículos nuevos cayó 4.6%; en 2018, 7.1% y en 2019, 7.7%, según datos de AMDA.
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