Volvería Puigdemont a Barcelona a reasumir el gobierno catalán

 

Carles Puigdemont,  presidente catalán destituido y líder del bloque independentista victorioso en las elecciones del 21 de diciembre, pasa las fiestas de fin de año en una mansión a 50 kilómetros de Bruselas, prestada por un empresario cercano al partido independentista flamenco N-VA.

Puigdemont aún no ha determinado si regresa a Barcelona para ser investido presidente del gobierno catalán (Generalitat), en una sesión que tendría que tener lugar a más tardar el 23 de enero.

Desde Bruselas, podría tomar posesión de su acta y prometer el puesto por medio de un representante, pero el reglamento exige que esté presente el día de la investidura.

De hacerlo, podría ser arrestado inmediatamente en relación con los cargos de sedición, rebelión y desvío de fondos que pesan en su contra por la realización del referéndum separatista ilegal del pasado 1 de octubre.

El dirigente independentista afirmó que quiere volver ‘cuanto antes’ a Cataluña y considera que ello sería ‘una buena noticia’ para España.

“Si no me permiten jurar como presidente sería una grande anormalidad para el sistema democrático español”, sostuvo, dando a entender que espera una decisión judicial a su favor antes de regresar.

La alternativa que sopesa su partido, PDeCat, es que el ex presidente permanezca en Bélgica, renuncie a su escaño y asuma un papel representativo de consejero especial, una especie de “presidente simbólico”, de la Generalitat, a la que presidiría otra persona.

Mientras no se decide su futuro, Puigdemont está disfrutando de las fiestas de fin de año junto a su familia y allegados en un lujoso inmueble valorado en 895 mil euros, ubicado en Sint-Pauwels, una localidad flamenca de cuatro mil habitantes cercana a la frontera con Holanda.

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