Ivette Sosa
El filme Roma sacó del cajón del olvido las terribles y en muchas ocasiones infrahumanas condiciones de la gran mayoría de empleadas domésticas que, en el marco del Día Internacional de la Mujer, deberían poder hacer huelga para exigir condiciones más dignas.
Para Yalitza Aparicio, detrás de muchos profesionales “hay personas que se encargan de la administración de sus hogares, del cuidado de sus hijos y es importante reconocerlas”.
En Roma, la joven oaxaqueña interpreta a una trabajadora doméstica de origen indígena que trabaja para una familia de clase media en el México de la década de los setenta; un filme autobiográfico de Alfonso Cuaron.
PARTICIPA EN GINEBRA
La actriz participa este viernes en Ginebra (Suiza) en los actos de conmemoración del Día Internacional de la Mujer, en la OIT, donde será una de las oradoras en un panel sobre igualdad de género en el mundo del trabajo, donde destacará el papel de la trabajadora doméstica.
No obstante, Yalitza no sólo representa el rostro de las domésticas en Roma, también el de las indígenas, que son víctimas de una sistemática discriminación.
“Me encanta mi color de piel, mis raíces, pero desafortunadamente la sociedad a veces te lleva a ocultar ello”, señala la actriz en una entrevista con Efe-, quien ríe cuando se le recuerda que una publicación europea manipuló su foto utilizada en la portada, aclarándole la piel y haciéndola aparecer más alta y delgada.
MUCHOS ROSTROS POR MOSTRAR
Sobre ese estereotipo de belleza occidental, considera que los medios de comunicación han contribuido a ello “al transmitir mensajes subliminales que te dicen que no puedes pertenecer (estéticamente) a ellos”.
Espero que esto cambie, anota la joven actriz, quien espera que empiece a reconocerse la diversidad que existe no sólo en nuestro país, sino en todo el planeta, donde existen muchos rostros que faltan por mostrar.
