Si bien niños y ahorro podrían parecer una combinación complicada, el hecho de que los pequeños obtengan ese hábito les permitirá enfrentar el futuro con unas finanzas personales sanas.
Cuando los miembros más pequeños de la familia expresen su deseo de obtener un juguete, un videojuego, una consola o una computadora, es el momento ideal para acercarlos al hábito del ahorro, pues se convierte en la parte más importante para lograr su objetivo.
La primera lección que todo niño debe aprender es que el ahorro no significa guardar el dinero sobrante, sino que por el contrario hay que decirles que es necesario que destinen una cantidad fija de su mesada o domingo, con el fin de que puedan gastarlo en el futuro.
Para que la lección de ahorro no sea una tortura para los niños es necesario ayudarlos durante el proceso con el objetivo de que sean más pacientes. Por ejemplo, en caso de que decidan ahorrar una parte del dinero para gastar en la escuela hay que animarlos a que preparen los alimentos que comerán en el recreo.
Para que la administración y el ahorro se convierta en un hábito simple, y que además les permita conocer las diferencias entre ahorros a corto, mediano y largo plazos, los pequeños pueden utilizar una alcancía con divisiones o utilizar una para cada una de sus metas.
Tanto niñas como niños podrán emplear cada uno de los espacios para establecer diferentes metas financieras en el corto, mediano y largo plazos. De esta manera aprenderán las diferencias de cada uno, de acuerdo con el costo de lo que deseen comprar y el tiempo en el que ahorrarán.
Fuente: Televisa News