El gobierno y el Congreso de Estados Unidos alcanzaron un acuerdo sobre un plan de rescate sin precedente, de dos billones de dólares, que asista a trabajadores, empresas y un sistema de salud rebasado por la creciente pandemia de Covid-19.
Dicho rescate daría pagos directos a la mayoría de los estadounidenses, ampliaría las prestaciones por desempleo y habilitaría un programa de 367 mil millones de dólares para que los pequeños negocios sigan pagando los salarios mientras los trabajadores se ven obligados a quedarse en casa.
servir de paracaídas
El paquete, que se necesitaba con urgencia, es el mayor rescate económico de la historia de EU y pretende servir de paracaídas durante semanas o meses ante una pandemia que empuja la economía hacia una recesión y podría cobrar un alto precio entre la población.
Al pueblo le decimos: está en camino una ayuda rápida y de gran magnitud, declaró el líder de los demócratas en el Senado, Chuck Schumer.
Ello dejaría la aprobación final en manos de la Cámara de Representantes, dominada por los demócratas. La presidenta de la cámara baja, Nancy Pelosi, afirmó en un comunicado que el acuerdo «hace mucho por satisfacer las necesidades del pueblo estadounidense» pero ella no llegó a respaldarlo por completo.
El asesor de la Casa Blanca Eric Ueland anunció el acuerdo en un pasillo del Capitolio, tras días de regateos intensos y una presión enorme.