Pocas horas después de que el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) confirmara el contagio con coronavirus de uno de sus agentes en una cárcel en Colorado, casi un centenar de indocumentados alojados ahí quedaron libres por razones humanitarias.
Según la información provista por la filial en Denver del Comité de Servicio de Amigos Americanos (AFSC), 60 mujeres y 30 hombres inmigrantes salieron el martes 24 de marzo (cuando surgieron las versiones no confirmadas del contagio del agente) y tres días después del centro de detención del ICE en Aurora, al este de Denver.
Se anticipa que más inmigrantes quedarán libres en los próximos días.
La cárcel, operada por la empresa privada GEO Group, ha enfrentado cuestionamientos durante los últimos dos años por la situación sanitaria.
El pasado 17 de marzo
ICE anunció que 10 personas detenidas en el centro de Aurora estaban en cuarentena «por posible exposición al Covid-19».
A dos semanas de esa notificación, se desconoce la situación actual de esos reclusos en cuarentena y sólo se indicó que el agente contagiado «cumplía responsabilidades de escritorio» y no estaba en contacto con los migrantes.
Pero, según uno de los indocumentados que este viernes quedaron en libertad, dentro de la cárcel de GEO no se estarían tomando las medidas necesarias para impedir nuevos contagios.
