El alcalde de Tantará, en la región Huancavelica de Perú, ha protagonizado una grotesca noticia en el marco de la pandemia que azota al país, al igual que al resto del mundo.
Jaime Rolando Urbina Torres se introdujo en un ataúd, con los ojos cerrados y la mascarilla facial puesta, para evitar ser detenido por la Policía.
NO ESTABA MUERTO, ANDABA DE PARRANDA
El hombre violó el toque de queda para salir a beber junto con otras personas en un almacén, burlando también la orden de distanciamiento social.
Cuando los agentes acudieron, Urbina se introdujo en un féretro fingiendo ser una de las víctimas mortales del covid-19, al igual que hicieron el resto de sus acompañantes.
Pero a pesar de la treta, todo el grupo que se saltó la cuarentena fue finalmente detenido y, al parecer, el alcalde se encontraba ebrio en el momento de su arresto.
El alcalde de Tantará en Huancavelica, Jaime Urbina Torres, fue intervenido por la Policía cuando libara licor, sin embargo para evitar su detención, se escondió dentro de un ataúd para que creyeran había fallecido por #coronavirus.
Foto: Esteban Saldaña @diariocorreo pic.twitter.com/CoorlRRisd— Carlos Javier León Ugarte (@carlosjavierlu) May 20, 2020