Las llamadas telefónicas privadas de Donald Trump revelan que el mandatario norteamericano intimidaba y degradaba a los dirigentes de los principales aliados de Washington, aseguró a la CNN el periodista Carl Bernstein, conocido por su trabajo en el escándalo Watergate, tras investigar con varias fuentes sobre el tema.
Por ejemplo, a la canciller alemana, Angela Merkel, el inquilino de la Casa Blanca la llamó “estúpida” y la acusó de “estar en el bolsillo de los rusos”. Y a la exprimera ministra británica Theresa May, le dijo que era débil y carecía de valor.
En sus conversaciones telefónicas, Trump denigró a May y a Merkel con diatribas descritas como “casi sádicas” por los entrevistados.
“MUY AGRESIVO”
Un funcionario alemán describió el comportamiento de Trump con Merkel durante las llamadas como “muy agresivo” y afirmó que en Berlín incluso se tomaron medidas especiales para garantizar que su contenido permaneciera en secreto.
Aseguran las fuentes que durante sus conversaciones telefónicas, Trump también menospreciaba a otros líderes occidentales. Entre ellos el presidente de Francia, Emmanuel Macron, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, y el primer ministro de Australia, Scott Morrison.
En tanto, con el príncipe heredero saudita, Mohamed bin Salmán, y el líder norcoreano, Kim Jong-un, se jactaba de su riqueza y de sus “grandes” logros como presidente, además de quejarse de la “idiotez” de sus predecesores.
Las llamadas provocaron que varios exasesores y exintegrantes de su Administración, entre ellos John Bolton, James Mattis, John Kelly y Rex Tillerson, concluyeran que el presidente a menudo era “delirante” en su trato con líderes extranjeros, sostienen las fuentes citadas por el periodista Carl Bernstein.