Adriana Carranca/ @AdrianaCarranca (MSIA INFORMA)
El siguiente artículo de la periodista brasileña Adriana Carranca*, fue publicado en el periódico O Estado de São Paulo el pasado 23 de julio de 2016.
Para México, la importancia de este análisis es redoblada ya que la autora, anota que uno de los modelos del Estado Islámico para reclutar jóvenes, se inspira en el modus operandi de los carteles mexicanos del narcotráfico.
El encarcelamiento de diez brasileños por sospecha de planear atentados, dos semanas antes de las Olimpiadas, sólo fue posible por la aprobación de la ley anti terror en marzo, la cual considera como delito “realizar actos preparatorios de terrorismo.”
Por lo que se sabe, la “acción” de los acusados, como el mismo nombre de la operación “Hashtag” indica, no dejó de lado el campo virtual. Uno de ellos, según la policía, trató de comprar un fusil AK47 en un sitio de internet clandestino, lo cual no se materializó. Esto es lo más concreto que se tiene, además del discurso radical, de las incitaciones a la yijad y la apología de grupos terroristas en las redes sociales y del supuesto “bautismo” on-line recibido del Estado Islámico.
No parece razonable que alguien con intenciones de hacer un atentado terrorista se exhibiese en internet. Retórica o no, la pregunta es ¿Por qué la propaganda del EI ejerce fascinación sobre algunos? Y ¿por qué no tienen pudor suficiente en mostrarlo públicamente, como estos y tantos jóvenes que vemos exhibiéndose para las cámaras en “sefies” en las líneas de combate del EI en Siria y en Irak?
ISLAMIZACIÓN DEL RADICALISMO
Oliver Roy, especialista en el Islam político, indica: “No es una cuestión de radicalización del Islam, sino de la islamización del radicalismo. Ellos son atraídos por el Islam radical porque es radical. Los jóvenes sienten atracción por las narraciones heroicas,” escribió.
“El EI ha dominado el código cultural de la juventud. Si te gustan los juegos de “videogame”, es tu mundo. Son atraídos por la estética de la violencia, semejante a la Scarface de los narcotraficantes mexicanos.”
Roy no es el único en hacer tal comparación. “Tanto los carteles como el EI han tenido gran éxito para reclutar jóvenes en busca de aventura y de una comunidad,” escribió Don Winslow, autor de “The Cartel,” en el Daily Beast. Dice que el “terror-comunication” (comunicación del terror), usado hoy por los extremistas, fue creado por los dueños del tráfico de drogas hace casi dos décadas. Ellos enviaban “narcomensajes,” videos y fotos de sus atrocidades a grupos rivales, a familiares de las víctimas y a la prensa. Ahora se colocan on-line y se vuelven virales. Son la “sensación” entre los jóvenes.
Ese espacio inagotables de propaganda permitió a estos grupos de criminales proyectar su notoriedad instantáneamente y les confirió a los capos, retratados como héroes, más status, poder y popularidad.
La “narcocultura” se hizo tan popular entre los jóvenes de México que el gobierno invirtió en propaganda on-line para tratar de desmitificar la imagen de los traficantes, y en música para competir con los “hits” de los “narcocorridos” –música que glorifica el estilo de vida de los integrantes de los carteles. “Como los nasheeds (canciones islámicas) pro-yijan que usa el EI en su propaganda de video,” compara Don Winslow.
Según Winslow, el EI aprendió con los carteles que no bastaba con ganar la guerra territorial; era necesario vencer en el campo de la “midia.”
“Se hicieron suficientemente sofisticados para saber que necesitaban controlar la narrativa.” Internet es la herramienta perfecta para ello.
La máquina de propaganda del EI sirvió inicialmente para aterrorizar a los oponentes y ganar territorio. La expansión del grupo, en tanto, se limitó a Irak y Siria. Ninguno de los vecinos –Líbano, Jordania, Turquía- se mostró abierto al califato, que no tiene aliados ni siquiera ente los sunitas.
Luego de cometer atentados en su territorio, Arabia Saudita también pasó a combatir el grupo, además de la coalición internacional, del régimen sirio y de sus aliados. Cuando comenzó a sufrir derrotas y se vio acorralado, el grupo comenzó a buscar apoyo en el ambiente de internet para actos internacionales.