Banco de México (Banxico) ubicó como un elemento de riesgo para la inflación la volatilidad por el proceso electoral, que podría presentarse antes o después del día de las elecciones, independientemente de quién gane.
Así lo expresaron los cinco miembros de la junta de gobierno durante la primera reunión del año de política monetaria, según la Minuta número 57 de política monetaria del 8 de febrero de 2018.
Durante la reunión a la que asistieron el secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), José Antonio González Anaya y del subsecretario del ramo, Miguel Messmacher, quienes tienen voz pero no voto, se puso de relieve que, si bien en 2017 las autoridades fiscales cumplieron con las metas anunciadas, se requerirá un esfuerzo adicional en el presente año para cumplir con lo aprobado por el Congreso.
MAYOR CONTENCIÓN DEL GASTO
Un miembro de la junta de gobierno, apuntó que se requerirá continuar con un manejo responsable de las finanzas públicas a través de un mayor esfuerzo por parte del gobierno federal en la contención del gasto y una mejora en la calidad e impacto del mismo, así como el fortalecimiento de los mecanismos de recaudación de los ingresos tributarios.
Respecto del balance de riesgos para la inflación, la mayoría coincidió en que mantiene un sesgo al alza asociado a diversos riesgos, en un entorno con un alto grado de incertidumbre.
RIESGOS DE DEPRECIACIÓN
Algunos miembros consideraron que los datos observados de inflación muestran un punto de inflexión, y uno de ellos enfatizó que esto representa buenas noticias, pues parece haber revertido su tendencia al alza.
La mayoría enfatizó la dificultad para alcanzar la convergencia de la inflación a la meta de 3% hacia finales de 2018, e incluso uno mencionó que al considerar escenarios donde se materialicen algunos riesgos de depreciación y volatilidad asociados al proceso electoral, la convergencia a la meta podría retrasarse hasta el segundo semestre de 2019.