El padre de Meghan Markle, Thomas, acompañará a la prometida del príncipe Enrique hasta el altar en la boda que se celebrará el 19 de mayo en la capilla de San Jorge del castillo de Windsor, confirmó el Palacio de Kensington.
La residencia oficial de los hijos del heredero al trono, el príncipe Carlos, emitió un comunicado con detalles sobre la ceremonia religiosa de este enlace, al que han sido invitadas hasta el momento unas 600 personas.
Ese número aumentará hasta el millar para las celebraciones posteriores organizadas en las instalaciones del castillo de Windsor, a las afueras de Londres.
“La señorita Markle está encantada de tener a sus padres a su lado en esta importante y feliz ocasión. Además de contar con el apoyo de la reina, su padre, el príncipe de Gales, y su hermano Guillermo como padrino, el príncipe Harry también quiere involucrar en su boda a la familia de su madre”, señaló la nota.
RECORDARÁN A LADY DI
Así, los tres hermanos de la fallecida Diana estarán presentes y Jane Fellowes, tía del novio, leerá un pasaje durante la ceremonia, lo que servirá para “celebrar la memoria” de la princesa de Gales.
Este será el primer encuentro entre Enrique y su futuro suegro, según recuerdan hoy los medios británicos, que también destacan que Meghan no tendrá damas de honor, pues será un grupo de niños y niñas los que desempeñen esa función y la de pajes.
La novia “tiene un grupo de amigos muy cercano y no quería elegir entre ellos”, explicó en el texto el secretario de comunicaciones del Palacio de Kensington Palace, Jason Knauf.
NOVIA LLEGARÁ A IGLESIA ACOMPAÑADA DE SU MADRE
Meghan llegará a la iglesia de San Jorge en coche, acompañada por su madre, Doria Ragland, mientras que Enrique lo hará junto a su hermano, quien ha sido padre por tercera vez el pasado mes, si bien el recién nacido, Luis, no estará en la boda.
Sí se espera al esposo de Isabel II, el duque de Edimburgo, de 96 años, quien se recupera de una operación de cadera que le ha mantenido apartado de eventos oficiales durante las últimas semanas.
A pesar de la gran cantidad de detalles aportados por Kensington hasta la fecha, se desconoce aún el lugar en el que los recién casados disfrutarán de la luna de miel, aunque está confirmado que el primer acto oficial de Enrique y Harry como marido y mujer será la semana siguiente a su enlace.
PANTALLAS GIGANTES, PARA LOS CURIOSOS
En zonas designadas de los alrededores del castillo de Windsor se instalarán puestos de comida y pantallas gigantes, ante la llegada de cientos de curiosos que quieren compartir otro día histórico para la familia real británica.
El centro de la villa de Windsor, así como la ruta que seguirá el cortejo nupcial, se decorará con banderas y estandartes ceremoniales, al tiempo que se organizarán actos de entretenimiento en directo.
Una vez concluida la ceremonia de casamiento en el templo de San Jorge, Enrique y Meghan, de 33 y 36 años, respectivamente, recorrerán las calles de Windsor en un carruaje real, agregó el Palacio de Kensington.