Reporteros de Tamaulipas, Coahuila, Durango, Nuevo León, San Luis Potosí y Zacatecas, así como la CNDH y el Centro de Derechos Humanos “Zeferino Ladrillero”, condenaron y exigieron justicia tras el homicidio del periodista Héctor González Antonio –colaborador de Grupo Imagen y Excélsior– ocurrido en Ciudad Victoria, y cuya muerte eleva “a 136 los comunicadores asesinados desde el año 2000”.
En un comunicado dirigido al presidente Enrique Peña Nieto, al gobernador Francisco García Cabeza de Vaca y a la Fiscalía Especializada en Delitos contra la Libertad de Expresión (Feadle), la Red de Periodistas del Noreste consideró que “la muerte de nuestro colega Héctor González Antonio nos pone nuevamente de luto y en alerta”.
También describe que González Antonio lucía golpes “y fue hallado sin zapatos ni camisa, lo cual revela circunstancias violentas en torno a su fallecimiento, que ocurre cuando todavía no se marchitan las flores de las coronas de Alicia Díaz, asesinada en Monterrey la semana pasada”.
Los integrantes de la Red de Periodistas del Noreste “demandamos de las autoridades de Tamaulipas y al gobierno federal una investigación clara y a fondo sobre el asesinato del corresponsal del periódico Excélsior”. Además, “exigimos mantener las garantías necesarias para el ejercicio de nuestra profesión”.
MEDIDAS CAUTELARES
Por su lado, la CNDH dijo que solicitó a las autoridades de Tamaulipas medidas cautelares para salvaguardar la vida, integridad y seguridad de los familiares de Héctor González, “brindarles la contención emocional que sea necesaria y realizar una investigación inmediata allegándose de las evidencias para determinar la responsabilidad del crimen, analizando en todo momento la línea vinculada con su labor periodística”.
También confirmó que personal de la CNDH se trasladó a Victoria para brindar atención a familiares de la víctima y realizar las primeras diligencias del caso.
DATO DURO
Con el homicidio de Héctor González, señaló el ombudsman en su comunicado, “son ya 136 los periodistas asesinados desde el año 2000, lo que da cuenta de la grave situación de inseguridad que sufren los comunicadores en el país, contexto que afecta también a toda la ciudadanía que día con día observa con preocupación el nivel de violencia en muchas regiones de México y del incremento en el número de víctimas. Todos y cada uno de estos crímenes deben ser investigados y los responsables llevados ante la justicia”.
