Tras el reajuste político del 1 de julio, Morena obtuvo con sus coaliciones el liderazgo en 18 congresos locales, 310 ayuntamientos, cinco de nueve gubernaturas, 307 de 500 diputados federales y 70 de 128 escaños en el Senado, con lo que obtendrían la mayoría en el poder Legislativo en septiembre próximo.
Además, con las cuatro gubernaturas y la jefatura de Gobierno de la CDMX, manejará un presupuesto global de 500 mil 568 millones de pesos.
Con excepción las senadurías que se renuevan cada seis años, tanto las diputaciones federales y locales como los ayuntamientos, cambiarán en las próximas elecciones dentro de tres años, por lo que Morena, el partido político que se fundó en 2014, pondrá en juego a mitad del sexenio los lugares que aseguró el 1 de julio.
¿DIRIGENTES CAPACITADOS?
Ante esto, la alianza Juntos Haremos Historia “tendrá que pensar espacios de dirigencia y saber si tienen los equipos humanos, suficientemente capacitados, para enfrentar de golpe un problema de coordinación”, señaló el profesor e investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Iztapalapa, Víctor Alarcón.
Para el especialista, estos tres años pueden parecer muchos, pero en realidad es poco tiempo para suponer una modificación de la envergadura del plano nacional con nitidez.
PRUEBA DE FUEGO
Sin embargo, ese es el plazo que tendrán indefectiblemente todos estos gobernantes de estas ciudades que ahora están en manos de Morena. A mitad de la administración de López Obrador, volverán a tener que enfrentar el reto de obtener el respaldo del electorado, y esa será la mejor prueba de si hicieron bien o no las cosas.
Apunta el catedrático de la UAM que el verdadero reto para Morena será demostrar que tienen un estilo diferente para gobernar.
Fuente: El Heraldo