Gente con conducta inadecuada hay en todos lados, en la calle, la escuela y hasta el trabajo. Lamentablemente, pocos son los que reciben su merecido.
Recientemente se reveló el caso Alexandra Waterbury, una modelo y exbailarina de 19 años, que presentó una demanda judicial contra el Ballet de la Ciudad de Nueva York, compañía de la que formó parte como estudiante, afirmando que la empresa toleraba y solapaba las malas conductas de sus alumnos hombres.
Según información de AP, la joven descubrió que Chasee Finlay, exbailarín principal de la compañía -con el que mantuvo un romance durante un año- compartía con otros hombres fotos de ella desnuda, así como videos con contenido sexual explícito.
Waterbury está acusando al centro de danza de crear y tolerar un ambiente de ‘fraternidad’ donde se oculta el inadecuado comportamiento de sus estudiantes y trabajadores masculinos.
Después del escándalo, Finlay renunció a la compañía y dos intérpretes masculinos fueron suspendidos sin sueldo hasta el próximo año.
Charles Scharf, director de Ballet de la Ciudad de Nueva York, “niega vehementemente” las acusaciones de la chica y sostiene que la compañía no sabía nada de estas acciones, por lo que no podía facilitarlas ni aprobarlas. En este sentido, la compañía esgrime que actuó solo cuando tuvo conocimiento de los hechos que, resalta, ocurrieron fuera del horario de trabajo y fuera de sus instalaciones.