En Quintana Roo, las tierras que podrían ser afectadas por la construcción del Tren Maya no serán expropiadas. La idea es que los ejidatarios se conviertan en socios, es decir, que entreguen sus terrenos a un fideicomiso para convertirse en accionistas.
Pablo Careaga, uno de los coordinadores del proyecto del gobierno de López Obrador, explica que la obra no comenzará el 16 diciembre. Falta licitar el proyecto ejecutivo y cumplir con las manifestaciones de impacto ambiental.
Indígenas mayas y empresarios exigen que se les informe de manera formal en qué consiste el proyecto y realice una consulta seria a los principales afectados.
Luis Nah es indígena maya, vive en Playa del Carmen, Quintana Roo.
No participó en la consulta nacional, dice que no puede opinar de lo que no conoce.
Vienen y me preguntan un sí o un no y qué voy a decir, ¡va a pasar el tren! A lo mejor me divierto parado ver qué cruce sin tener una idea cabal del impacto que va a ocasionar. No estamos en contra del tren, estamos en contra de la metodología, cómo lo van a hacer”, refirió el sacerdote maya Luis Nah.
Le preocupa escuchar que habrá negociación de terrenos para la construcción del Tren Maya.
Yo sugiero que todos los pueblos de ahí, los renten. Cada año cobran su lanita y no pierden la propiedad del terreno”, refirió el sacerdote maya.
Pablo Careaga Córdova es coordinador del tramo Tulum-Bacalar del Tren Maya. Asegura que el proyecto cumplirá con todos los trámites. Aunque tome tiempo.
Esto todavía no empieza formalmente, por eso se ha hablado de que a partir de diciembre se va a empezar a licitar, empezando por el proyecto ejecutivo. Primero se licita, concursarán varias empresas, ganará una y se tomará un año para el proyecto ejecutivo, teniéndolo se harán las manifestaciones de impacto ambiental y las consultas”, señaló Careaga Córdova.
Explica el método en el que se obtendrán los terrenos: negociarán con los ejidatarios para que se vuelvan socios del proyecto a través del fideicomiso de inversión en bienes raíces, conocido como fibra.
La idea es que los ejidatarios entreguen sus tierras y se conviertan en accionistas.
Tú ya como dueño de la tierra, ya la portaste el proyecto, ya no es tuyo, lo que es tuyo son las acciones. Y esas acciones las vas a poder vender, van a cotizar en bolsa con absoluta transparencia. Ellos van a ganar por dos vías: primero por el aumento del valor que van a agarrar esas acciones y luego, están las partes de las rentas, los flujos de efectivo darán para dar dividendos para los accionistas del proyecto”, insistió el coordinador del Tren Maya Tulum-Bacalar.
Habitantes de localidades donde podría pasar el Tren Maya exigen que se terminen las especulaciones sobre lo que podría ocurrir con los ejidos. Dicen que ya es tiempo de que les vayan a explicar lo que se pretende hacer.
Va a transformar, va a afectar la vida de las comunidades por donde pase. Van a crearse los llamados polos de desarrollo. Va a haber crecimiento y ese crecimiento debe ser armónico, sustentable”, concluyó Carlos Chablé Mendoza, habitante de Carrillo Puerto.
Fuente: Televisa