Mouris Salloum George*
La recomendación de ajustarse el cinturón fue de la Secretaría de Hacienda a quienes, en México, toda expectativa económica la hacen girar sobre el Presupuesto de Egresos de la Federación.
El aviso de abrocharse los cinturones es para los mercados de la economía especulativa globalizada. Si 2018 fue malo, dicen analistas europeos y de Nueva York, lo peor está por venir en 2019.
Es recomendable que aquellos que en México no ven más allá de sus narices, abran las ventanas de su aldea para que descubran que el alto grado de dependencia económica del exterior tiene a remolque todo lo que huela a mercado bursátil
La advertencia es saludable porque los asesores en finanzas en México difunden temores sociales y políticos antes que profundizar en los factores estrictamente técnico-especulativos sobre el comportamiento de portafolios sujetos, especialmente, a la inversión extranjera en valores de deuda y muy poco en la economía productiva.
Los remesones de la fatalidad geográfica
Para colocarnos en la fatalidad geográfica,Wall Street ha venido reaccionando a cada tarugada perpetrada por Donald Trump.
En horas recientes, el desquiciado inquilino de la Casa Blanca acusó a la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) de ser el peor problema de la economía norteamericana. La Fed resolvió a finales de la semana pasada el incremento de las tasas de interés de referencia.
El primer efecto de las declaraciones del Presidente gringo, es que el Dow Jones cayó 2.91 por ciento en la jornada del lunes. Lo que dicen los especialistas es que los mercados estadunidenses están atrapados en lo que se denomina bear market, “mercado a la baja”.
El dato central es que, en 2018, los índices neoyorkinos han perdido 18.7 por ciento. El detonante adicional es el cierre parcial del gobierno estadunidense por conflictos presupuestales entre la Casa Blanca y El Capitolio.
La economía global está en crisis
Los analistas europeos, que tienen como referente la guerra comercial y arancelaria de los Estados Unidos contra China y otros factores de zozobra internacional pintan 2018 como los de las crisis de 2002, 2008 y 2011.
La conclusión de esos expertos del Viejo Continente no deja lugar a dudas: La economía global está en crisis.
No se vale el consuelo de mal de muchos… Mientras que los conductores de la economía mexicana y sus publicistas no alivien su obcecación de crecer hacia afuera, no encontrarán en el interior palancas para superar el subdesarrollo lacayo.
Así pinta, pues, 2019, que la conseja recuerda que es de nones y de dones. La advertencia no puede ser más clara: Hay que abrocharse los cinturones. Volamos guiados por pilotos de noche.
*Director General del Club de Periodistas de México, A.C.