El agua representa un recurso de invaluable valor para todos los seres vivos y que, en la actualidad, se ha visto cómo su consumo ha aumentado de forma exponencial debido al mismo progreso en la cantidad de población. Esto adelanta que hacen falta métodos que ayuden a ahorrar de forma eficiente.
Existen miles de formas que están recomendadas para ahorrar agua en los hogares de manera cotidiana. Por ejemplo, cerrar el grifo mientras se enjabonan los platos, lavar las frutas y verduras en un recipiente o regar las plantas evitando las horas de mayor evaporación.
Otras, por el contrario, tienen una utilidad más trascendental cuyo campo de acción es mucho más amplio y, por ende, causan un impacto mayor en los planes de ahorro.
Sistema de captación pluvial rural
Este es un mecanismo que busca el almacenamiento del agua de lluvia para que después sea aprovechado como un proveedor doméstico. Su sistema de aplicación está basado en la instalación de un contenedor específico para este trabajo que se conecta al conjunto de griferías de la casa.
El sistema de captación pluvial tiene muchos beneficios que van en orden al impacto positivo que se espera dar sobre el ambiente. Dentro de los más relevantes se destaca la sustentabilidad, pues no utiliza recursos energéticos, sino la propia provisión de agua que genera el medio ambiente.
Además, es un líquido que puede ser utilizado para todos los procesos que surjan en el hogar a propósito de que en este se necesita el agua, sobre todo, para los baños y lo relacionado a la cocina.
Y, aunque es un proceso que es más que todo recomendado para zonas rurales, siempre es posible que dentro de las ciudades se aplique un mecanismo similar que permita, al menos, utilizar el almacenamiento de agua para procesos como la limpieza del hogar o el llenado de los tanques de los inodoros.
Peso dentro de la caja del inodoro
Esta es una técnica infalible y que muy pocas personas utilizan a su favor. La idea consiste en colocar una cantidad de peso en ambos lados del tanque del inodoro a fin de que se realice una descarga menor de agua tras cada bajada.
Este peso puede consistir en dos botellas llenas de arena. Ellas serán capaces de proporcionar el peso necesario que llevará a que se dé un ahorro de entre 2 y 4 litros de agua por cada uso.
Si se considera que una sola persona utiliza, en promedio, el baño entre 8 y 10 veces cada día, las posibilidades de ahorro pueden ir de entre 16 a 40 litros de agua, asunto que aumenta de forma considerable al multiplicar estas cantidades por cada uno de los demás miembros de la familia.
Electrodomésticos y tecnología
Los electrodomésticos que trabajan con agua deben ser utilizados con criterio. Tal es el caso de las lavadoras y los lavavajillas. Para estos casos, lo más aconsejable es restringir su uso hasta el momento en que se pueda hacer uso de una carga completa de ropa o de utensilios de cocina, ya que este mecanismo tiende a gastar menos agua y también menos energía eléctrica.
Por otro lado, existen aplicaciones que puedes instalar en tu móvil inteligente y que te permitirán llevar un control exacto de la cantidad de agua que consumes a diario, así podrás hacer la planificación que consideres acertada para ir disminuyendo el consumo diario que haces de la misma en las actividades en que sea posible.
Por más agua que parezca que hay en la tierra, la realidad nos invita a concientizarnos de que es un recurso que está siendo malgastado de forma incontenible a lo largo del mundo, haciendo que ya muchísimas personas tengan un alcance limitado a ella.
Para evitar catástrofes en el futuro, lo mejor es empezar desde ahora a darle el valor que realmente tiene y a saber que es un recurso imprescindible para nuestra vida y que también lo será para nuestra descendencia.