El lunes 9 de septiembre del 2019 un asteroide de unos 40 metros de diámetro podría chocar contra el planeta Tierra a 44,000 kilómetros por hora.
El impacto puede causar una devastación similar a la del asteroide que cayó en 1908 en Tunguska (Siberia), que arrasó una superficie de 2,000 kilómetros cuadrados, equivalente a un disco de 50 kilómetros de diámetro, y derribó 80 millones de árboles de la taiga.
Pero a los especialistas no les quita el sueño porque de chocar contra la Tierra, el asteroide 2006 QV89 no representa peligro alguno para la vida en el planeta.
816 ASTEROIDES CON PROBABILIDAD DE IMPACTO
En este momento hay 816 asteroides con una probabilidad de impacto no nula, que representan el 4% de los 19,560 asteroides cercanos a la Tierra conocidos en la actualidad.
El riesgo de cada asteroide se estima a partir de la Escala de Palermo, que tiene en cuenta el tamaño de cada astro, la probabilidad de impacto y el tiempo que falta hasta la posible colisión.
DEFENSA CONTRA IMPACTOS
Encabeza la lista un astro de sólo 9 metros de diámetro, pero con una probabilidad de impacto de una entre 16 en el año 2095.
Con el objetivo de desarrollar un sistema de defensa contra asteroides peligrosos para la Tierra, la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA), de Estados Unidos, y la Agencia Espacial Europea (ESA), intentarán desviar un asteroide de 150 metros de diámetro.
Ambas agencias tratarán de alcanzar al asteroide Didymos, al realizar con una nave la Prueba de Redireccionamiento de Doble Asteroide (DART, siglas en inglés), en diciembre de 2020, y usarán como objetivo una de sus lunas: Didymoon, localizada a unos 11 millones de kilómetros de la Tierra.
La desviación del cuerpo celeste será medida y analizada para evaluar si este método tiene algún potencial en caso de que surja una amenaza real. Didymoon fue elegido como objeto de pruebas por ser muy pequeño y no representar una gran amenaza.