La conquista de México por España es un “tema zanjado histórica, formal y diplomáticamente hace tiempo”, frente a la del Ejecutivo de la Nación, de que la llamada Madre Patria se disculpe por los “agravios” de la conquista.
El licenciado Andrés Manuel López Obrador develó esta semana el contenido de una misiva en la que pidió al rey Felipe VI y al papa Francisco que se disculpen por los abusos cometidos por los españoles y la Iglesia católica durante la conquista del actual México, hace cinco siglos.
Calderón afirmó en Asunción (Paraguay) que “México tiene temas y problemas en los que tiene que concentrarse”, como “la corrección de las injusticias, de la miseria, de la corrupción” y no en un tema que, insistió “está zanjado histórica, formal, diplomáticamente hace tiempo”.
NI VENCEDORES NI VENCIDOS
Refirió el Tratado de Calatrava de 1836, en el que España reconoció la independencia del país norteamericano y en el que, recordó, “se olvidan los agravios cometidos entre ambos países”.
Añadió que no ve “en absoluto un conflicto, un tema de agravio o resentimiento entre México y España” y, que “en ese proceso (de conquista), no hubo ni vencedores ni vencidos, sino un proceso importante y doloroso del sufrimiento de una nación”.
Dijo sentirse “muy orgulloso” de sus “raíces indígenas y españolas” y de la “mayoritaria población mestiza” que actualmente habita en México, fruto de la mezcla entre los pueblos originarios y los conquistadores europeos.
RECHAZA GOBIERNO ESPAÑOL
El Gobierno español rechazó “con toda firmeza” la exigencia de López Obrador y en un comunicado argumentó que hechos de “hace quinientos años”, no pueden “juzgarse a la luz de consideraciones contemporáneas”.
Calderón hizo esas declaraciones en calidad de director del World Resources Institute, con el fin de sellar un acuerdo con el Ejecutivo paraguayo para la implantación de una plataforma digital para el monitoreo de los bosques.