Los suecos son tan buenos reciclando que, durante varios años, han importado basura de otros países para mantener sus plantas de reciclaje en funcionamiento. Menos del 1% de los residuos domésticos del país fueron enviados a vertederos el año pasado o cualquier año desde 2011.
La cultura del cuidado del medio ambiente de Suecia es en parte gracias a su eficiente sistema de gestión de residuos: el país fue uno de los primeros en introducir un fuerte impuesto a los combustibles fósiles, que se instauró en 1991 y actualmente obtiene la mitad de su electricidad de fuentes renovables.
“La gente sueca está muy interesada en estar en contacto con la naturaleza y están conscientes de lo que necesitamos hacer con respecto a la naturaleza y los problemas ambientales. Trabajamos en comunicación y educación durante mucho tiempo para que la gente fuera consciente de no tirar cosas al aire libre sino que reciclaran y reutilizaran”, dijo a The Independent Anna-Carin Gripwall, directora de comunicaciones de Avfall Sverige del Sistema de Manejo de Residuos de Suecia.
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