El Gobierno de Alberto Fernández lanzó un decreto que prohíbe los despidos durante 60 días en el marco de la pandemia global del coronavirus, por el cual Argentina mantiene el estado de cuarentena obligatoria para toda la población, paralizando la actividad económica en casi todos los sectores.
La medida determina que no se puede despedir “sin justa causa”, ni tampoco se va a terminar la relación laboral por motivos de “falta o disminución de trabajo y fuerza mayor”.
Así, a pesar de que las empresas tengan menos ganancias durante la emergencia sanitaria, no podrán deshacerse de su mano de obra.
¿DESPIDO JUSTIFICADO?
Tampoco se permiten las suspensiones por el mismo plazo de tiempo. Una medida habitual adoptada por patronales que quieren prescindir de sus subordinados de forma temporal, hasta que las cuentas mejoren.
Sin embargo, siguen vigentes los despidos contemplados en la Ley de Contrato de Trabajo, cuya normativa determina en qué circunstancias se puede echar a un trabajador sin ser debidamente indemnizado. A esta ruptura de la relación laboral se le llama ‘despido justificado’.
