CANCÚN PIERDE SUS PARADISÍACAS PLAYAS

 

 

En Cancún, Quintana Roo, desde hace casi tres décadas se pierden grandes extensiones de playas.

 

El paso del huracán Gilberto, en septiembre de 1988, afectó considerablemente las playas de Cancún y Riviera Maya y 17 años después, en octubre de 2005, el huracán Wilma terminó de erosionarlas.

 

RETROCESO DE LA LÍNEA COSTERA

Autoridades federales sostienen que no solo los fenómenos naturales han agravado este proceso, también los desarrollos turísticos y la construcción de hoteles sobre la duna ocasiona el retroceso de la línea costera.

 

A lo largo de 28 kilómetros la duna costera, que es la responsable de retener la arena ha sido reemplazada por grandes construcciones de hoteles, condominios y residencias.

 

En algunos tramos de playas se formaron escarpes de poca altura. Playa Gaviota Azul, la playa pública más concurrida de Cancún, es una de las afectadas por la erosión.

 

La pérdida de manglares y la erosión de las playas vuelven a las costas más vulnerables al impacto de los huracanes.

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