Ánimos encendidos se vieron durante la comparecencia de la presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Rosario Piedra, ante diputados y senadores.
Los legisladores de Morena defendieron a ultranza la actuación de la amiga del Presidente y negaron el uso de la palabra a Porfirio Muñoz Ledo, para evitar que cuestionara a Piedra Ibarra.
Muñoz Ledo señalaba:
La presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos no manda en esta Comisión Permanente. Aquí se deciden las cosas por el pleno de la Comisión Permanente y han votado porque no se vota el reglamento que se aprobó.
Diputados de Morena argüían “no hay ninguna censura”, pero le impidieron tomar la palabra a Muñoz Ledo, quien prefirió abandonar el salón de sesiones.
¿PRODUCTO DEL FRAUDE?
Por su parte, la señora Rosario Piedra Ibarra rechazó ser producto de un fraude en la votación del Senado y dijo que ella sí está pendiente de las quejas por falta de medicamentos en el país y por la actuación de la Guardia Nacional en contra de los migrantes centroamericanos.
El senador panista Gustavo Madero criticó su actuación como ombudsperson, acompañado de otros legisladores con pancartas en las que se leía “¡Salvaje represión! ¿Y la CNDH?” o “¿Dónde está la CNDH?”.
Piedra sostuvo que no hay omisión en su trabajo, pero dijo que primero se ha dedicado a limpiar la CNDH de funcionarios de altos sueldos, y sigue atenta con total autonomía a la defensa de las garantías individuales.
En tanto, los legisladores de Morena, cual comparsa, refrendaban su apoyo a la titular de la CNDH, a la amiga del Presidente.