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El gobernador del banco central de México, Agustín Carstens, sostuvo que es mejor que la entidad a su cargo actúe oportunamente sobre las decisiones de política monetaria para atajar cualquier tipo de presión sobre la inflación.
La semana pasada, Banxico elevó en 50 puntos base su tasa clave de interés, por tercera vez en el año, en un intento por contrarrestar presiones inflacionarias ante la posibilidad de que se agrave la volatilidad financiera.
“Es mucho peor que el Banco de México se quede detrás de la curva”, dijo Carstens a Radio Red.
POLÍTICA MONETARIA OPERA CON CIERTOS REZAGOS
“Si estamos viendo presiones inflacionarias que se pueden manifestar en algunos meses y también tomando en cuenta que la política monetaria opera con ciertos rezagos, es mejor tomar decisiones oportunamente que dejar que la inflación aumente y después empiece a tener efectos de segundo grado sobre otros precios”, aseveró.
La inflación interanual se ubicó en un 2.88 por ciento hasta la primera quincena de septiembre, con un índice subyacente de 3.05 por ciento. Ambos indicadores son congruentes con el objetivo del banco central.
Ello, a pesar de la fuerte depreciación que ha tenido el peso mexicano, que hasta el viernes hiló nueve trimestres de pérdidas por la incertidumbre derivada de las elecciones presidenciales de Estados Unidos y el futuro de las tasas de la Fed.